¿Proveedores de servicios?
Soy abogado, yo no sé vender.
¿Proveedor, yo?
“Yo no soy un proveedor, como cualquiera. Yo soy una firma de abogados de larga trayectoria y renombre.”
Sí, es cierto.
La firma de abogados puede ser de larga trayectoria, sin duda alguna pero puede que seas una boutique legal, una startup legal que recién inicia, una firma transnacional multilatina o una firma local de alcance nacional.
En todos los casos, cuando se habla del negocio B2B – Business to Business- sabemos que los servicios van dirigidos hacia las empresas y no al consumidor final.Nada nuevo decimos hasta ahora.
El descubriendo más grande para los abogados debería ser (y así entender) que en la medida en que un cliente corporativo ( una empresa, una marca) nos contrata, nos convertimos en su proveedor de servicios legales.
Un proveedor entre tantos otros, el cual será comparado, evaluado y finalmente recontratado – siempre y cuando el servicio cumpla con las expectativas y objetivos.
Ese es el acto de confianza más importante que podemos recibir.
Una empresa confía en la calidad y profesionalismo; depositará en el Estudio – no solo su dinero- sino la certeza de que todos sus problemas serán resueltos.
Sí: aunque a muchos les cueste, una firma legal es un proveedor de servicios y con ello se carga de responsabilidad para tratar al cliente mucho mejor de lo que esperamos que nos traten a nosotros. Con empatía, con capacidad de reacción, con interés, con atención en los detalles.
El valor del proveedor de servicios es fundamental en el B2B.