“No puedo hablar de otra forma porque es mi tecnicismo y eso me hace diferente. Así mi cliente entiende que sé más que él y eso le da seguridad. Por eso cobramos lo que cobramos.”
Estas palabras son textuales, dichas por un asociado senior cuya seguridad está en su verbo más que en la atención a su cliente.
Pero la verdad es que sí: sí puedes hablar de una forma en que todos te entendamos. Con eso lograrás que tu comunicación sea empática. Que sea fluida y directa y así eliminarás la dudas pendientes que pueda tener tu cliente.
Un beneficio más: Hablando más claro y más simple, ahorras mucho más tiempo en reuniones o redactando correos y lograrás la comprensión del objeto principal de tu comunicación.
Hablemos con humildad, pensando en el tiempo valioso de quien paga los honorarios: nuestros clientes.